Un inicio y un final II

Los dos últimos días pasaron muy rápido, Maya y Matt pasaban prácticamente todo el día juntos, manteniendo la pequeña esperanza de que esos dos días serian eternos...
- Aun puedes quedarte Maya - le dijo el mientras la abrazaba. Estaban en el techo de su casa, como solían hacer cuando pequeños
- sabes que no puedo - cada palabra hacia que su pecho se apretara más y más, quería llorar, pero no debía  hacerlo, debía ser fuerte, quedaban solo un par de horas y su vida cambiaría para siempre - debes verlo como que ahora tendrás una amiga donde ir a pasar las vacaciones -
- tu sabes que no es así de simple... -
- llego la hora de irme - dijo cuando se dio cuenta que ya no podía aguantar las lagrimas - ¿nos vemos mañana en el aeropuerto? el vuelo es a las 11.15 -
- cinco minutos más por favor... -
- no hagas esto mas difícil Mattew - se levanto y el hizo lo mismo, bajaron del techo y salió a dejarla a su auto -
- quédate Maya, no tomes el vuelo mañana - su voz se quebró mientras hablaba, ninguno de los dos podía aguantar un segundo más las lagrimas, por lo que maya lo beso rápidamente, se subió al auto y se fue.

Querido Matt:
son las 11.10 y no puedo negar que he pensado quedarme, no pude dormir en toda la noche pensando en que hoy es el fin de todo.
Es muy egoísta lo que estoy haciendo, pero no me creo capaz de verte por ultima vez y es por eso que decidí dejarte esta carta con Norah, perdóname, por favor perdóname, pero se que esto es lo mejor para los dos.
Recuerdo como si fuera ayer el día que te fuiste, el día más doloroso de mi vida, donde pensé que no existiría nada peor, pero ahora me doy cuenta que si existía algo peor y es que ahora debo irme yo.
Estoy segura que me arrepentiré de esto toda mi vida, como lo estoy haciendo ahora.
Recuerdo el día que volviste y arranque de ti, corrí por el bosque que separa nuestras casas, por que tenía miedo, miedo de que no siguieses siendo el mismo, que ya no me quisieras tanto como yo a ti, pero me equivoque. Seguías siendo tu, mi Matt de siempre, al que espere por tanto tiempo y ahora deje ir.
Tu sabes cuanto odio estas cosas tan cursis, pero necesitaba decirte lo mucho que me importas, lo mucho que te quiero y decirte que me arrepentiré siempre de esta decisión, de perderte por segunda vez, pero se que somos fuertes y que pase lo que pase siempre habrá algo que nos unirá, que siempre estaremos ahí,  el uno para el otro.
te quiero Matt, te quiero hoy mas que nunca! y por lo mismo te pido perdón por mi cobardía de no quedarme a luchar por lo nuestro, por lo que tanto espere..
probablemente cuando leas esta carta ya me habré ido, estaré en un avión camino a otro país, sin parar de llorar, sin dejar de arrepentirme por dejarte ahí, pero si sirve de consuelo, este fue el mejor casi romance de toda mi vida y nunca lo olvidare.
Recuerda que siempre tendrás a tu amiga Maya dispuesta a recibirte siempre que la quieras ir a visitar, después de todo Australia es una buena opción para pasar las vacaciones.
Gracias por todo, créeme que nunca te olvidare
Hasta Pronto
con amor
Maya.
PD: espero recibir cartas tuyas y no dudes que recibirás cartas desde Australia.

Un inicio y un final I

Chloe siguió a Ryan y llegaron a un lugar nunca antes visto por ella, el le hizo cambio de luces para que se estacionara y ella lo hizo.
Estaban frente a un local bastante bonito y pequeño, al parecer era comida italiana, su favorita. Se miro por ultima vez en el espejo disimuladamente y se bajo para reencontrarse con Ryan.
-espero que te guste la comida italiana - dijo el, ella no pudo evitar sentir como un escalofrió recorría su cuerpo al tenerlo tan cerca
- si, es una de mis favoritas - le respondió
Alguien abrió la puerta del pequeño restaurant y se sentaron en una mesa ubicada al fondo del lugar, era el lugar perfecto para que nadie ni nada los molestara.
El garzon llego con la carta y se alejo por unos minutos para que decidan que pedir
- ¿ya sabes lo que vas a pedir? - preguntó Ryan
- creo que quiero sorrentinos y tu? -
- quiero spaghetti al pesto - levanto la mano llamando al Garzon para que tome la orden
- ¿Ya decidieron lo que quieren? -
- queremos un plato de sonrrentinos y otro de spaghetti al pesto por favor -
-¿Algo para beber?-
- un jugo de arándanos - se apresuro a decir ella
- lo mismo para mi por favor - Chloe se quedo observándolo unos minutos. Había algo en el, un no se que, que la hacia perder la cabeza cada vez que estaba junto a él. Se produjo un silencio algo incomodo, no sabia de que hablarle o que preguntarle, era primera vez que estaban juntos de esa forma, no por casualidad, si no que, como una cita, su primera cita
- ¿ Haz vivido toda tu vida aquí? - preguntó él para romper el silencio
- si, solo me fui unos años a estudiar pedagogía en historia en Dublín, y tu?, ¿De dónde vienes? ¿Por que te viniste a Galway?- después de hablar se dio cuenta que eran muchas preguntas y se sonrojo
- Nací aquí pero a los 5 años tuve que irme a Brighton con mis padres, quizás no recuerdo mucho de cuando viví aquí, pero siempre quise volver. Cuándo termine de estudiar trabaje unos años, junte un poco de dinero y volví -
- ¿Qué estudiaste?-
- estudie idiomas, estuve trabajando 2 años enseñando italiano y 1 en una escuela de ingles para extranjeros-
-permiso - dijo el garzon al llegar con los platos, los dejo en su lugar y volvió a retirarse
- se ve delicioso - dijo Ryan al ver el plato de Chloe
- ¿Quieres uno? - tomo uno con el tenedor y lo acerco a su boca
- ¿y tu quieres un poco de spaghetti? - ella asintio y él tomo un poco con su tenedor y lo acerco a su boca.
Chloe se quedo unos minutos observándolo nuevamente, ya no podía ocultarlo más, él le gustaba y mucho. Ryan se dio cuenta que lo observaba y le sonrió, es tan hermosa, pensó
- ¿Por cuanto tiempo piensas quedarte ? -
- no lo se - respondió de forma despreocupada - el que sea necesario -
- ¿Necesario para que?- preguntó intrigada
- para lograr lo que quiero - dijo con una sonrisa algo coqueta, ella volvió a sonrojarse y agacho la cabeza para que el no lo notara. - ¿ y tu nunca haz pensado irte de Galway? -
- la verdad siempre he querido viajar, conocer el mundo - se echó a reír - se que suena ridículo, pero ese es mi sueño-
- ¿ y que estas esperando?-
- es difícil, no soy de esas mujeres que pueden cambiar de un segundo para otro, que pueden llegar e irse. Necesito un poco de tiempo, hacerme la idea y lo principal, tener el valor para hacerlo -
- si sigues esperando el momento se te pasara la vida y seguirás aquí en Galway, soñando con un mundo grande y lleno de aventuras que nunca vas a vivir -
- tal vez.... tienes razon - le dijo ella, el noto como sus ojos se nublaron y se arrepintió de haberle dicho eso
-lo siento.. yo no quise... -
- no te preocupes lo interrumpió, tal vez necesitaba a alguien que me dijera eso - intento sonreír pero no logro en su totalidad - creo que ya es tarde -
- si, pagare la cuenta y nos vamos -
- la pagaremos a medias - agregó ella
- déjame invitarte esta vez -
- lo siento, pero desde pequeña me enseñaron que debo pagar mi parte - el acepto y pagaron la cuenta.
- Lo pase muy bien, gracias por la invitación - dijo ella, ya fuera del restaurant - adiós - beso su mejilla y camino hacia su auto, el se quedo ahí unos segundos y luego camino tras ella
- Chloe.. - le dijo tomándola del brazo suavemente - lo siento, pero no me perdonaría dejarte ir sin hacer esto - la giro rápidamente hasta quedar frente a ella y la beso..

Cambios IV

Matt se quedo toda tarde en la casa de Maya, vieron una película y cenaron con toda la familia - ya se esta haciendo tarde - dijo él después de un rato
- quédate un rato más, podemos ver otra película - le dijo ella, no quería que se fuera, menos después de darse cuenta que tenia los días contados en la ciudad
- me gustaría, pero ya debo irme - le beso la frente y se levantó del sillón - ¿ Nos vemos mañana? - ella asintió y el beso su frente suavemente y se dirigió a la puerta
- ¡ Matt espera! - grito ella al escucharlo abrir la puerta, el se detuvo y ella corrió para alcanzarlo y cuando lo hizo, lo beso.
- nos vemos mañana - le dijo alejándose, el sonrió y se fue a su auto.
Maya volvió al sillón y se quedo pensando, no lograba convencerse sobre lo que acaba de ocurrir, aun así
estaba segura sobre lo que debía hacer, pero ya no tanto de lo que quería hacer, cuantos años esperando por Matt y ahora cuando por fin podrían estar juntos quedaban dos días y un par de horas para que se fuera.

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Chloe recorría el supermercado con la lista que le había pasado su mamá, le faltaban:
- 4 latas de atún
- 2 lechugas
- galletas
- pasta de dientes
- papas fritas
- tallarines
Caminaba algo despistada, por lo que no se dio cuenta que alguien la observaba hace un rato - creo que esa es demasiada comida para una persona- le dijo alguien por detrás, Chloe llego a saltar del susto - lo siento, no quería asustarte - ella giro rápidamente y vio a Ryan con un canasto de supermercado en la mano
- Hola... - le dijo algo nerviosa, no esperaba encontrarlo ahí, intento mantener la compostura pero era difícil, no entendía que le pasaba que él aparecía
- creo que esa es demasiada comida para una persona - le dijo el al ver el carro de supermercado lleno de cosas
- no es solo para mi - le contesto y miro su canasto - creo que eso no es comida ni para una persona - él llevaba solo comida envasada
- tal vez no sea lo mas saludable, pero es comida al fin y al cabo - ella comenzó a reír
- ¿de que te ríes? -
- no sabes cocinar - siguió riendo y el se sintió algo avergonzado
- esta bien, no se cocinar - le dijo susurrándole en el oído - pero este va ser nuestro secreto, ¿esta bien?- un escalofrió le recorrió el cuerpo al tenerlo tan cerca
- un secreto que te costara muy caro - le dijo alejándose un poco
- te invito a comer - dijo el repentinamente, ella no sabia que responder, aun le quedaban algunas cosas por comprar.. - ¿necesitas algo más, estas lista? - él miro su carro
- ya tengo todo - mintió, guardo la lista en su chaqueta "mañana volveré por lo que falta", pensó. - no creas que esto basta para guardar tu secreto Ryan, necesitaras hacer mucho mas merito - rio. A él la encantaba verla reír, se veía aún mas hermosa de lo que era.
Caminaron a la caja y pagaron las cosas que llevaban
- ¿Lista? - le dijo el, ya fuera del supermercado
- te sigo en mi auto - le dijo ella - ¿A donde vamos?
- es una sorpresa, ya lo veras-
- esta bien- respondió y cada uno camino a su auto, contando los minutos para reencontrarse.